Los fármacos antiobesidad son una herramienta que puede incorporarse, cuando la evaluación médica lo indica, a la estrategia de tratamiento de personas con sobrepeso u obesidad. Estos medicamentos actúan disminuyendo el apetito, aumentando la sensación de saciedad o limitando la absorción de grasas. Para que sean realmente efectivos, es fundamental combinarlos con una alimentación equilibrada, actividad física regular y cambios sostenibles en el estilo de vida.
En CIEN trabajamos únicamente con fármacos aprobados por autoridades regulatorias nacionales e internacionales. Cada tratamiento se diseña de manera individual, considerando el perfil clínico, nutricional y conductual de cada paciente. Nuestro enfoque es personalizado, basado en la mejor evidencia científica y acompañado de un seguimiento cercano en cada etapa del proceso.
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En CIEN no solo prescribimos un medicamento. Diseñamos un plan integral, adaptado a tus necesidades, con el compromiso de ayudarte a lograr una transformación real y duradera.
Se indican en personas con IMC igual o mayor a 30, o desde 27 si presentan enfermedades asociadas como diabetes tipo 2, hipertensión o colesterol alto. También pueden utilizarse en adolescentes desde los 12 años bajo control médico. Siempre deben formar parte de un plan integral que incluya alimentación saludable, actividad física y abordaje emocional.
El tiempo de uso depende de cada paciente, de la respuesta y de la tolerancia. Son medicamentos seguros para uso prolongado, y dado que la obesidad es una enfermedad crónica, muchas veces se indican a largo plazo, igual que los tratamientos para la presión o la diabetes.
No existe un “efecto rebote” propio del medicamento. Lo que ocurre es que, al suspenderlos, si no se sostienen los cambios de hábitos, el peso puede volver a subir. Esto es similar a lo que pasa cuando se deja de tomar medicación para la presión: los valores vuelven a aumentar. Por eso el tratamiento integral y el seguimiento médico son fundamentales.